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Hallelujah



Mis dedos se deslizaban por tu espalda como aquella noche de invierno en la que la luna nos observó desde lo más alto del cielo. Al compás de tus pensamientos te besaba delicadamente por cada parte de tu cuerpo hasta llegar al fin del trayecto, tus labios. Me decías un te quiero y yo te lo devolvía desde lo más profundo de mi corazón. Y entonces comenzó, la noche nos recubrió por completo y empezó el acto más precioso del mundo.

This is love.

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